Los métodos de ahorro no caducan ni pasan de moda. Hacer un correcto uso de la electricidad, el gas y el agua son prioridades en todos los hogares del mundo y las celdas solares han venido a optimizar las diferentes opciones para lograr consumos más bajos.
Las celdas solares –también conocidas como fotovoltaicas– ya no sólo son de uso industrial y empresarial, ahora existen diferentes modelos para todo tipo de lugares, desde casas de estructura residencial hasta pequeños departamentos y oficinas.
Antes adquirir cualquier servicio que te garantice la instalación de celdas solares, es importante saber a detalle de qué manera funciona este sistema, sus beneficios, costos y forma de adaptación al espacio, su dimensión será capaz de solucionar tu problema y el mantenimiento que constantemente requerirá.
De acuerdo con especialistas, como la empresa mexicana Galt Energy, las celdas o paneles solares tienen el objetivo de convertir la energía solar en energía eléctrica y pueden ser fabricados de diversos materiales como el silicio, arseniuro de galio y boro, siendo el silicio el principal elemento por sus propiedades semiconductoras.
“Las partículas de luz (conocidas como fotones) entran en contacto con la capa superior de la celda y ésta las absorbe hacia el interior de la estructura. Los fotones entran en contacto con los electrones (partículas atómicas de carga negativa) que se encuentran en una capa intermedia y los liberan hacia las capas conformadas mayoritariamente de silicio. Los electrones fluyen por circuitos metálicos que conectan varias celdas entre sí (formando módulos, que a su vez forman paneles) y posteriormente son dirigidos hacia un convertidor para que puedan ser aprovechados como la energía eléctrica suministrada por las compañías de luz”, detalla Galt Energy, en su web.
Tipos de celdas
- Celdas amorfas: suelen ser paneles pequeños y generalmente aplicados en objetos de uso cotidiano como calculadoras o lámparas de exteriores.
- Celdas cristalinas: estas se interconectan con otras para crear paneles más grandes capaces de producen un promedio de 0.5 a 0.6 voltios individualmente. Entre más celdas se junten, mayor es la capacidad que el panel final tendrá en una sola pieza
Sólo los especialistas y técnicos en este tipo de tecnología pueden determinar la dimensión de las celdas o paneles necesarios para para tu espacio, pues suele suceder que con tal de aprovechar ofertas o sumarse al auge de estos sistemas, erróneamente se instalen paneles más grandes de lo necesario y eso conlleve a generar o acumular cantidades de energía sobrantes.
“En caso de que esto suceda, puede almacenarse energía para usarse en el futuro. Si durante un periodo considerable de tiempo es demasiado el sobrante de energía, pueden considerarse otras alternativas como: abarcar más espacios conectados a la misma fuente o empezar a reemplazar máquinas que funcionen con combustibles (como los automóviles) por otras que funcionen con energía eléctrica para aprovecharla”, detalla galt.mx en su web.
Beneficios
- Ayudan al medio ambiente al disminuir las emisiones de dióxido de carbono en aquellos dispositivos que utilicen energía solar como fuente principal
- Las celdas o paneles solares pueden ser instaladas en cualquier zona donde se requiera energía eléctrica desde las más cosmopolitas hasta las zonas rurales.
- Al provechar la luz del sol –por más nublado que esté- las celdas solares serán tu nueva fuente de energía eléctrica para hacer funcionar los electrodomésticos básicos, e incluso, ahorrar hasta en gas, pues algunos calentadores también tienen función eléctrica que no requieren de gas.