Lograr mantener tu casa impecable implica hacer tareas cotidianas que no se puede dejar de hacer por largos periodos, especialmente en las actividades más básicas. Es importante que tu casa esté limpia y ordenada para que te puedas sentir bien y en paz y disfrutar de un ambiente agradable. Pero, ¿qué te parecería si te compartimos un ritual que, además, te puede ayudar a alejar las malas energías de tu casa?
Quédate hasta el final de este artículo para conocer más de este ritual que seguramente no conocías, pero que te va a encantar.
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El ritual paso a paso
Para usar el trapo rojo en la limpieza contra las malas energías no se debe de hacer de cualquier manera, por lo que se recomienda seguir estos pasos:
- Consigue un trapo rojo, ya sea de algodón o microfibra o cualquier otra tela roja que te parezca ideal para limpiar las diferentes superficies de tu casa. Eso sí, debe ser completamente rojo, es decir, sin estampados y si ningún tipo de detalles en otros colores.
- Lava tu trapo rojos antes de utilizarlo por primera vez. Esto ayudará a quitar cualquier energía no deseada que pueda haber estado presente en él antes.
- Inicia la limpieza en la entrada principal de tu casa y recorre cada habitación en sentido de las agujas del reloj.
- Mientras vas recorriendo cada habitación, enfócate especialmente en los rincones oscuros, áreas desordenadas o cualquier otro espacio que percibas cargado o muy poco armonioso. Pasa tu trapo rojo por muebles y otras superficies como los cristales y objetos.
- A medida que vayas limpiando, puedes repetir afirmaciones positivas como “que esta casa esté llena de amor y paz” o “que todas las energías negativas sean transformadas en positivas”.
- Cuando finalmente hayas recorrido toda tu casa, debes deshacerte del trapo rojo. Si sigue en casa o continúas usándolo, las malas energías eliminadas seguirán presentes y pueden volver a propagarse.
Es de suma importancia tener en cuenta que el trapo rojo no es solamente sustituto de las acciones concretas para mejorar la armonía en casa, como la limpieza regular y la buena organización. No obstante, puede ser una práctica complementaria para ayudarte a crear un ambiente más equilibrado y positivo.