Molestias que van desde dolor cervical, hasta dolor lumbar, y dolor de articulaciones, son cada vez más comunes no solamente entre los deportistas que practican alguna actividad física, pues también las largas jornadas de trabajo frente al ordenador son un factor que puede provocar dolores musculares en el cuerpo. Lo más común son las contracturas en la zona del cuello o la parte baja de la espalda, en los lumbares, mismos que puedes disminuir con el uso constante de una almohadilla térmica.
Si estás pensando en comprar una, te compartimos algunos criterios que debes de tener en cuenta antes de escoger una.
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Criterios de compra
A la hora de comprar una almohadilla térmica, debes tomar en cuenta una serie de elementos y factores. Estos, después de todo, influyen para obtener un mejor resultado de la termoterapia. A continuación, los hemos enlistado con el objetivo de facilitar tu elección y que esta sea lo más acertada posible conforme a tus necesidades.
- Tamaño
- Material
- Tipo de almohadilla térmica
- Nivel de temperatura
- Seguridad
Tamaño
Cada tipo de almohadilla tiene un tamaño diferente que varía según la zona del cuerpo para la que se vaya a usar. Por esta razón, es importante escoger la medida necesaria para que el tratamiento de calor te haga efecto en el músculo afectado. La dimensión estándar de la compresa eléctrica con forma rectangular es de aproximadamente de entre 40 por 30 cm, pero también la puedes encontrar de 60 por 30 cm.
Por otro lado, si te decides por las que tienen forma de chaleco, es esencial que pongas atención en el largo de las correas de amarre. Lo mismo ocurre con la almohadilla térmica lumbar, la cinta que se abrocha debe ajustarse a tus medidas de cintura y no apretarte.
Material
Para que tu bienestar sea mejor que de costumbre, lo ideal es escoger una almohadilla térmica que tenga un tacto agradable. Por lo regular, la gran parte de las que encontrarás en el mercado llevan esta característica. Su sistema calefactor está cubierto por una tela aterciopelada. Es esencial que el material utilizado sea transpirable y que conserve bien el calor.
La compresa eléctrica tiende a estar fabricada con materiales sintéticos como la franela y la microfibra. Si tienes alergia a este tipo de tejidos, puedes ponerle una funda de algodón 100 por ciento. De cualquier forma, no se aconseja aplicar la almohadilla directamente sobre la piel para evitar las quemaduras.
Tipo de almohadilla térmica
Cabe señalar que el tipo de almohadilla térmica es un criterio de compra fundamental, ya que cuanto más específico sea su funcionamiento, mayor beneficio obtendrás. Por esta razón, presta atención a tu necesidad y escoge el producto que mejor se ajuste a ella.
Por ejemplo; si quieres una almohadilla térmica multiusos, tu mejor opción es una en forma rectangular. Puedes aplicarla sobre cualquier músculo. También para calmar los dolores de la menstruación. Por otro lado, si lo que necesitas es que el calor alivie tu dolor de espalda mientras estás trabajando frente al ordenador, escoge la que tiene forma de chaleco. Este modelo cuenta con cintas de sujeción que te aportarán una mayor comodidad.
Nivel de temperatura
La almohadilla térmica incluye un mando en el que puedes escoger la temperatura que quieres. Es muy importante que cumplas los tiempos señalados de aplicación. Nunca superes los 30 minutos seguidos de aplicación. El nivel de calor que selecciones siempre dependerá de tu sensibilidad. Por esta razón, lo ideal es que tu producto tenga por lo menos las tres opciones.
Las compresas eléctricas pueden legar a tener hasta 10 niveles de temperatura. Estas se oscilan en un rango de entre 36º C y los 75º C. Por esta razón, escoge el producto que mejor se adapte a tus gustos de calor. Si no te sientes seguro, elije el que tenga opciones variadas. De este manera podrás ajustarlo a tus necesidades. Es muy normal que la piel de la zona sobre la que has tenido puesta la almohadilla se quede enrojecida. Esto se debe a que se acelera la circulación de la sangre y se forma una hiperemia.
Seguridad
Siempre y cuando hagas un uso responsable de ella, no habrá ningún peligro de daño, por lo que es completamente segura. Este producto está diseñado para distribuir el calor de manera uniforme. Igual que mantiene una temperatura estable durante su funcionamiento.
De la misma manera, la mayoría de almohadillas incluye un sistema de protección de sobrecalentamiento, así como un programa de apagado automático pasados los 90 minutos. No obstante, te aconsejamos que no te quedes dormido con la compresa eléctrica encendida. Es más, tampoco la toques con manos mojadas.