En la mayoría de los salones del hogar es necesario contar con un cesto de basura, especialmente en aquellos en los que de manera constante se generan desechos ya sean orgánicos, inorgánicos o plásticos. Por ejemplo, la cocina, el jardín, y el baño.
Aunado a que son un foco de infección, muchas veces también emiten olores desagradables que pueden inundar tu hogar, por lo que, independientemente del sitio en el que vayas a colocar el cesto, te recomendamos que cuente con su propia tapa.
Quédate hasta el final de este artículo y descubre los tipos de cestos que puedes encontrar para tu hogar y las ventajas que tiene cada uno.
Contenedores de metal (acero inoxidable)
Los contenedores de basura metálicos comúnmente son fabricados con acero inoxidable. Esto se debe a que el acero inoxidable es un material sumamente resistente, fácil de limpiar, con un tiempo de vida bastante amplio y que no guarda olores.
Asimismo, tienen una apariencia muy sofisticada para cualquier sitio y queda perfecta, especialmente, con las habitaciones de estilo moderno.
Por lo regular han sido usados especialmente en oficinas o estudios, pero son muy prácticos y elegantes incluso para dormitorios y baños, gracias a que son capaces de soportar la humedad.
Dentro de las muchos tipos de botes de basura acero inoxidable que podemos encontrar existen en forma cilíndrica, rectangular y semicircular. Además, muchos de ellos, sino es que la mayoría, ya incluyen tapas con diseño de balancín y otros tienen apertura manual o de pedal para accionarlo.
Este tipo de contenedores o cestos de basura están recomendados especialmente para usarlos en el baño o la cocina, y por supuesto, deben incluir su tapa, pues así se controlarán los malos olores.
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Contenedores de plástico
Los cestos de plástico también son bastante efectivos, esto se debe a que preservan una durabilidad larga y con mucha resistencia.
Pese a que su principal beneficio frente a otros contenedores es que su deterioro es mucho más lento (y por tanto tiene un amplio tiempo de vida), también tienen la gran ventaja de que no se astillan ni se abollan.
Dentro de sus beneficios podemos contar que también son resistentes a la corrosión y son más ligeros que los elaborados con otro tipo de materiales, por lo que son sencillos de manejar.
La mayoría de ellos ya son elaborados también con su propio pedal para abrirlo y su tapa incorporada, aunque también existen los que no, por lo que es cuestión de gusto y la función que le vayas a dar para elegir entre una y otra opción.
Contenedor de basura con llantas
Estos contenedores los podemos encontrar tanto a base de acero como de plástico, y su principal ventaja por sobre otros es que son muy fáciles de mover. En la mayoría de sus modelos, las ruedas o llantas tienden a tener un tamaño considerable para sortear irregularidades en el piso o la subida o bajada de escaleras.
De la misma manera, se complementan con agarraderas para garantizar un adecuado agarre, pero también con una tapa sellable para evitar derrames.
Contenedores, ¡todo terreno!
Este tipo de contenedores de basura se fabrican con polietileno de alta densidad, lo cual los convierte en un cesto con una resistencia a los golpes y a los rayos UV por mucho, más alto que los demás.
En cuanto al diseño de estos contenedores, están conformados con paredes lisas, por lo que se evita a cualquier coste que la suciedad se adhiera, además de que facilita su limpieza. También tienen tapas cóncavas que evita la acumulación y filtración de agua dentro de él.
El consejo profesional sobre este cesto es que escojas un contenedor de basura con ruedas para modelo, pues tienden a ser de mayor capacidad, llegando alguno a superar los mil litros, lo que los hace muy pesados de desplazar.
De la misma manera, las llantas deben contar con freno para prevenir accidentes durante el traslado.
Ahora que ya hemos conocido los tipos de contenedores de basura, la manera en que debemos limpiarlos para evitar su deterioro y los diseños que podemos encontrar, es momento de incorporar los que mejor se adapten a nuestros espacios dentro y fuera del hogar. La idea es darle prioridad los más grandes en la cocina y preferir los pequeños en baños y demás habitaciones, para hacer mucho más sencillo su desplazamiento y vaciado.