Es bastante sencillo. El agua no caduca, pero el plástico en la que se comercializa, sí. Una botella, un garrafón o un tinaco están compuestos de materiales que con el tiempo se desprenden. Por esta razón, en esta ocasión te contamos la caducidad del garrafón de agua y las señales para cambiarlo.
De acuerdo con los expertos, después de un tiempo este líquido podría llegar a contener sustancias nocivas para la salud. Por ello es importante y necesario saber si los garrafones en casa son funcionales y seguros.
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Vida de los garrafones
Pese a que el plástico no se descompone como tal, con el tiempo puede llegar a desprender ciertos productos químicos. De ahí la importancia de poner una fecha de caducidad al agua embotellada, esto sin importar el tipo de presentación o cantidad.
El agua embotellada también caduca
Antes de conocer la caducidad de nuestro producto, es importante saber que el agua no tiene una fecha de caducidad, pero al embotellarla la cosa cambia. El liquido por si solo se encuentra compuesto de elementos que no suponen un riesgo para la salud. Pero, al almacenarla se cuenta con un tiempo límitado de vida, de ahí que tenga un sabor extraño.
Cabe señalar que la Organización Mundial de la Salud -OMS- a través de estudios ha revelado que a pesar de que el plástico de los garrafones y botellas libera sustancias nocivas, estas representan un peligro para la salud, ya que se encuentran dentro del “margen seguro”.
Además se especifica que regularmente el tiempo de vida útil de un garrafón de agua depende del material. En otras palabras, los de policarbonato podrían llegar a durar entre 150 y 160 llenados, es decir, unos tres años si se llena cada semana. Pero, en el caso de PVC y PET el ciclo se disminuye a la mitad, entre 60 y 65 usos, lo que equivale a aproximadamente un año o año y medio. Esto es especialmente relevante si tú eres uno de los usuarios que suele acudir a las purificadoras de agua, para que simplemente laven y rellenen su envase.
¿Debería de cambiar mi garrafón aunque no esté roto?
Más allá de la pregunta, lo mejor es que el envase plástico se cambie cada cierto tiempo, dependiendo del material. Principalmente porque estos comienzan a desprender ciertos productos químicos y partículas que podrían llegar a ser tóxicas y nocivas para la salud humana.
Según lo dicho por los expertos, para saber que el garrafón ya caducó y ya se debe de cambiar es visualizar la fecha de fabricación. Por lo regular, la fecha viene en la parte de abajo del envase y a esa hay que sumarle tres años; esa será la fecha ideal para hacer el cambio.
Asimismo, se debe tomar en cuenta que el agua también puede caducar, pero va más a cuestiones de regulación, salubridad y limpieza. Esto se da por situaciones externas en el ambiente o sistemas de producción, purificación, distribución o almacenamiento del líquido vital.
Incluso después de un tiempo, los garrafones retornables llegan a salir de circulación para limpiarlos a profundidad y dependiendo de la situación son reetiquetados o reciclados para nuevos envases.