Las orquídeas son unas de las flores más bonitas que existen en la naturaleza y sin duda una excelente opción para tenerlas dentro de nuestro hogar, en especial las de la variedad phalaenopsis. No obstante, es muy habitual que una vez que sus flores comienzan a morir las botamos a la basura pensando que jamás volverán a florecer debido a malas experiencias previas.
Pese a que es difícil que las orquídeas florezcan de nuevo si no las tenemos en el espacio indicado y les prestamos una serie de cuidados imprescindibles, antes de deshacerte de la tuya cuando concluya su proceso de floración prueba a hacer lo que te proponemos. Pocas cosas hay tan satisfactorias para un verdadero amante de las plantas que ver florecer a una que ya había dado por muerta.
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¿En dónde pongo mis orquídeas?
Las orquídeas necesitan estar en espacios que reproduzcan al máximo posible las condiciones en las que se encuentran en la naturaleza. después de todo son plantas epífitas, es decir, que se agarran a las copas de los árboles con sus raíces y se desarrollan en zonas tropicales.
También viven de la humedad ambiental y les gusta la luz más que nada en el mundo así que el sitio indicado para ellas es definitivamente un cuarto de baño con ventana. Si no disponemos de uno, siempre podremos tratar de reproducir esas condiciones en cualquier otro cuarto de nuestra casa.
No hace falta que las pongamos detrás de una cortina, la luz directa les gusta y les sienta de maravilla. Eso sí, si vemos que las raíces se secan demasiado, será indicativo de que necesita una mayor humedad ambiental.
Manos a la obra para revivir a tus orquídeas
Una vez que haya llegado el momento de que tu orquídea se haya quedado sin flores y lleve ya un tiempo sin florecer podemos aprovechar para hacerle una puesta a punto que la prepare para una nueva floración.
Retira el sustrato original
Saca la planta de su maceta y separa todo el sustrato de sus raíces. Hazlo con mucho cuidado para no romper las que se encuentren en buenas condiciones.
Corta las raíces viejas
Si tu orquídea cuenta con raíces marrones que parecen huecas, puedes cortarlas sin ningún problema. Hazlo siempre con unas tijeras bien limpias. También se puede quitar la parte del tallo que ya haya desarrollado de más y no tenga raíces en buen estado.
Coloca la planta en su maceta
Puedes usar la misma maceta porque a las orquídeas les gusta estar bien apretadas. Usa un sustrato nuevo específico para orquídeas a base de corteza de pino y rellena con él todos los huecos que queden entre las raíces de tu planta. Recuerda que la maceta siempre debe ser transparente.
Limpia las hojas
Aprovecha para quitar cualquier resto de polvo de las hojas de la planta. Hazlo con un paño solamente y a penas humedecido con agua. Eso sí, hay que evitar que queden charquitos en las cavidades centrales de las hojas para evitar que se pudran.
Corta los tallos secos
Una vez tengas tu planta lista puedes cortarle las varas florales que ya se encuentren secas, de ellas nunca volverá a brotar una flor. Si quieres recortar una vara que esté verde por algún motivo, debes hacer el corte justo por debajo de donde tuvo su última flor. Puede llegar a florecer nuevamente por alguna de las yemas inferiores.
Riego
Si has practicado cortes a tu orquídea al quitarle las raíces secas o el tallo deberás esperar un mínimo de dos días antes de volver a regarla. Recuerda hacerlo siempre por inmersión.
Añade un bioestimulador
Puedes usarlo en cualquiera de sus presentaciones, aunque el spray funciona especialmente bien. Solamente hay que pulverizarlo sobre las hojas de la planta siguiendo las indicaciones del fabricante. También existen otros que permiten agregarlo al agua de riego o recurrir a las barras que se colocan en el sustrato.