La tarea de limpiar la cocina tiene en el lavado de loza (platos, cazuelas, sartenes, cubiertos, jarras, vasos y otros utensilios) a su actividad menos popular. Pues siempre se ponen pretextos para no hacerlo, el resultado es que dejarlo pasar lo único que provoca es que acumulen más, para que al final sea más complejo y lleve más tiempo.
Muchas personas ponen de excusa que a pesar de os adelantados tecnológicos en algunos aspectos no exista un método que simplifique o haga más fácil el lavado de loza, pues a pesar de la lavadoras automáticas son equipos caros y poco populares en el amplio catálogo de electrodomésticos que existen para para venta.
Uno de los pocos beneficios palpables que hay para quienes realizan esas actividades son los jabones especiales que son menos abrasivos que con la piel, que combinados con unos guantes harán que no sufras ninguna alergia. Pero no sólo se trata de jabón y guantes, las fibras o esponjas juegan un papel importantísimo, por lo que te damos una guía para escoger la mejor de acuerdo a tus necesidades.
Las más comunes
En el mercado existen distintos tipos de fibras como de esponja doble cara, de metal o plástico. La más común es la doble cara, pues por un lado tiene una sección “suave” para artículos que no necesitan mucha presión al contacto como vasos o platos. Y por el otro lado cuentan con una parte más abrasiva que puedes utilizar en sartenes y ollas a las que se les pega más el cochambre.
Las de metal son para cazuelas, ollas de metal o cerámica que necesiten un tallado más profundo para dejarlas limpias. Por último las de plástico y que en su interior llevan una esponja son más versátiles y pueden funcionar para todas las labores.
También están las escobillas, hay de distintos calibres en sus cerdas y hacen la misma función que las fibras. Uno de sus puntos a favor es el mango sujetador que da más control y agarre a la hora del lavado.
Cuídate de las bacterias
Las fibras, escobillas que usamos para lavar los platos son grandes almacenadores de bacterias debido al contacto con las partículas de alimentos que se quedan pegadas al momento utilizarlas. Por eso se recomienda desinfectarlas por lo menos cada tres días durante su vida útil.
Esto lo puedes hacer con vinagre blanco. Debes dejarla por lo menos 10 minutos sumergida en un tazón con el suficiente líquido para que la rebase, luego simplemente la enjuagas y listo para seguirla usando.
Otra forma de desinfectarla es lavarla con agua caliente por al menos tres minutos, con esto todos los restos de comida se eliminarán. También la puedes poner en un tazón con agua y llevarla al horno de microondas por un minuto y el calor hará su trabajo.
Luego de lavarlas es importante que las fibras y escobillas tengan ventilación, un poco sol y evitar el contacto con el jabón. Otra opción para lavar los platos son las fibras de origen natural, estas almacenan menos bacterias y son más económicas.