La principal gran diferencia entre ambos dispositivos es su función. Ya que si buscas escuchar música, estar en tu computadora, ver series, películas, etc. No importar cómo sea tu audición, necesitas únicamente unos comprar unos auriculares que transmitan el audio desde una fuente de sonido.
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A diferencia de los auriculares, los audífonos son específicamente para personas que cuentan con una pérdida de audición. Aunque los audífonos más avanzados también pueden reproducir el audio directamente en los oídos, se basan en configuraciones específicas de la pérdida auditiva de la persona que los tenga que utilizar.
Los audífonos siempre deben ser ajustados por un especialista, ya que no podemos ajustarlos de manera propia, debido a que podríamos ajustarlos más y causarnos algún daño y para evitar eso, tenemos que llevarlos con un audiólogo.
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Además, las marcas de audífonos han puesto a disposición de los usuarios aplicaciones que permiten cambiar los ajustes de escucha y el volumen, adaptándolo de forma personalizada al déficit auditivo de cada persona.