Las ocupaciones de la vida cotidiana no deben ser una traba para no desarrollar nuestras habilidades en la jardinería, por eso las macetas de autorriego o riego automático son una opción para mantener el gusto por cultivar y cuidar platas.
Si bien en teoría este tipo de macetas ayuda con el mantenimiento de las plantas al hacer funciones automáticas es importante considerar algunas cosas antes de utilizarlas. Estas macetas automáticas tienen el inconveniente de no ser apropiadas para mantenerse al aire libre en climas muy húmedos y lluviosos, ya que podría producirse el encharcamiento del sustrato o unas condiciones demasiado húmedas que terminen por causar problemas de pudrición en las plantas.
En las hidrojardineras también puede surgir una acumulación de sales y fertilizantes en el suelo de la maceta que puede resultar muy nociva para la planta; si esto se produce, habrá que retirar el depósito de agua y regar el sustrato con abundante agua limpia para eliminar todo exceso de componentes posible.
Además, si el sustrato no cuenta con un buen drenaje y aireación, podría producirse la pudrición de las raíces de la planta. Recuerde: si no se dispone de mucho tiempo para regar las plantas o se presentan ausencias de varios días de casa en los centro de jardinería, estas macetas son la solución perfecta.
Ventajas de las macetas de autorriego
- Permiten que la planta tenga la cantidad justa de agua que necesita.
- Proporcionan humedad constante al sustrato.
- Nos permiten despreocuparnos del riego.
- Las plantas permanecen regadas incluso si sale de vacaciones.
- Ahorran agua.
- Hay variedad de estilos y tamaños.
Inconvenientes de las macetas de autorriego
- No son apropiadas para todo tipo de plantas.
- No deben mantenerse en exterior en climas lluviosos.
- Son más caras que una maceta normal.
- Pueden causar la acumulación de sales de los fertilizantes y el agua del grifo en el sustrato.
- Sin un buen sustrato, se pueden pudrir las raíces.