Paz y serenidad es lo que los bonsái transmiten. Sin embargo, este pequeño árbol creado a partir de distintas técnicas de podado de su tronco, hojas y raíces, mantienen un encanto especial que hacen en su combinación con el estilo y la naturaleza, un elemento que realza la belleza interior de cualquier hogar u oficina.
Hay quienes sueñan con tener un inmenso jardín de flores en el exterior de su casa, pero no siempre los espacios son los más aptos para plantar; por ello el bonsái es una opción ideal para decorar a la vez que aporta imagen, elegancia, color y alegría en la sala, comedor, el patio o en alguna habitación.
Cabe mencionar que también uno de los tantos beneficios que aporta un bonsái es la purificación del aire y la armonía del ambiente, independiente de los diferentes tamaños y especies. Los árboles más apreciados por las personas son aquellos que son cultivados y que crecen con las hojas pequeñas de forma natural.
Algunas de las especies utilizadas para bonsái son: Acer (arce), Pinos (pino silvestre), Ulmus (olmo), Ficus (higuera) y Olea (olivo). Y aunque todos deben recibir cuidados generales, las especificaciones de riego, abono y luz dependen de la especie.
Algunos cuidados básicos
Los cuidados de un bonsái no pueden tomarse a la ligera. Incluso hay personas que consideran que el cultivo de árboles en macetas es un pasatiempo terapéutico debido a la combinación de pensamiento creativo, paciencia y contacto con la naturaleza.
En materia de riego no existen ciertos días para hacerlo, de hecho, la regla es realizarlo cuando el suelo se encuentre ligeramente (pero no completamente) seco. El factor para regar depende del estilo de bonsái, la estación del año y del tamaño, así como el material de la maceta; ya que las de cerámica retienen poca agua, mientras las que las de plástico al no tener espacio para transpirar retienen más líquido.
Una buena manera para supervisar la humedad de la planta es hundiendo un palillo en la tierra y ver si sale seco. Por el contrario, para saber si se trata de un exceso de riego, observa el color de las hojas, generalmente las plantas se tiñen de negro y luego caen.
Otra cuestión importante es la temperatura y la iluminación como principal fuente de crecimiento. Las ramas necesitan luz y ventilación, por ello la mayoría de las especies encajan en el exterior. Especies como los ficus, carmonas y zelkovas se adaptan a los interiores del hogar. En ese sentido, los árboles subtropicales pueden soportar temperaturas más bajas.
Igualmente, es importante evitar la calefacción de los lugares en los que se coloque el bonsai, además de las fuentes de calor como bombillas y televisores. Adicionalmente cuando las raíces en las macetas necesitan más espacio se debe renovar el sustrato y podar las raíces. Es conveniente, además, utilizar “abono especial de bonsái”.
En caso de debilitamiento general, aumento del tamaño de las hojas, ramas muy largas y desproporcionadas, -con mucha distancia entre hojas-, enfermedades y plagas, lo mejor es consultar a un especialista.