En artículos anteriores hablamos sobre cada cuánto hay que cambiar de cepillo dental, ya que este comienza a acumular bacterias y hongos, sin embargo aún cuando se deseche en el momento adecuado, se le tiene que hacer la limpieza adecuada al menos una vez cada dos semanas.
Esto con la finalidad de evitar infecciones bucales y reducir el riesgo de enfermarnos, es una técnica fácil para eliminar las bacterias, cuya elaboración no te tomará más de dos minutos:
Lo único que se necesita es bicarbonato de sodio y un vaso de agua caliente.
Sumerge el cepillo en el vaso con agua caliente y agrega dos cucharaditas de bicarbonato de sodio, revuelve y deja actuar toda la noche, por la mañana enjuaga el cepillo con agua de grifo y es todo.
Puedes repetir este procedimiento por lo menos una vez cada quince días.