Considerado como el arquitecto que cambio la cara de la Ciudad de México, la obra de Mario Pani Darqui sigue vigente y como fuente de inspiración e influencia para las nuevas generaciones de arquitectos. Egresó de la Escuela Nacional de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y posteriormente se trasladó a París para estudiar en la Escuela de Bellas Artes y en la Escuela de Altos Estudios Sociales. A su regreso a México, en la década de 1940, comenzó a trabajar en proyectos de vivienda social y de desarrollo urbano, con una visión innovadora y vanguardista.
Pani fue reconocido internacionalmente por su trabajo, recibiendo numerosos premios y distinciones a lo largo de su carrera. En 1968, fue elegido presidente del Consejo Internacional de Arquitectos y Urbanistas, y en 1977 recibió la Medalla de Oro de la Unión Internacional de Arquitectos.
Además de su trabajo como arquitecto, Pani también fue un defensor de la educación y la investigación en arquitectura, y fundó la Escuela de Arquitectura de la Universidad Anáhuac en la Ciudad de México. Su legado en la arquitectura mexicana y latinoamericana continúa siendo reconocido y admirado hasta el día de hoy.
Una de las principales influencias de Pani fue la arquitectura racionalista, que se caracteriza por la utilización de formas geométricas simples, el uso del vidrio y el acero, y una clara funcionalidad en el diseño. Esta corriente arquitectónica se desarrolló principalmente en Europa en las décadas de 1920 y 1930.
Pani también estuvo influenciado por las teorías urbanas y las ideas sobre planificación urbana de la época. Abogaba por un enfoque más humano en la planificación urbana, en el que las necesidades de las personas y su bienestar fueran el centro de atención, y no simplemente la funcionalidad de los edificios y las estructuras urbanas.
Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco
Una de las obras más emblemáticas de Mario Pani es el Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco, que es uno de los primeros desarrollos urbanos en América Latina que incorporó principios de la arquitectura moderna y la planificación urbana.
La obra esta está dividida en tres unidades habitacionales y tienen como eje los conceptos de Le Corbusier, pues pretendían que la zona funcionara como un organismo independiente de la ciudad todo esto en función a los servicios que tenía el complejo.
Actualmente el Conjunto Habitacional Nonoalco-Tlatelolco es parte del catálogo de obras que forman parte del Patrimonio Cultural de la Ciudad de México. También es recordado por hechos históricos del México contemporáneo como la Matanza de Tlatelolco, ocurrida en el 2 de octubre de 1968.
Numeralia
102 edificios para albergar 11, 916 departamentos destinados a 70 mil habitantes.
600 locales comerciales.
1 supermercado y una plaza comercial (el centro mercantil).
19 escuelas y 13 guarderías.
1 escuela secundaria técnica y una preparatoria.
1 zona arqueológica.
1 Iglesia
1 estación de Metro