En la decoración de interiores, los cuadros son una pieza clave para dar personalidad a un espacio. Sin embargo, colgarlos puede ser un verdadero dolor de cabeza, especialmente si no queremos hacer agujeros en las paredes. Afortunadamente, existen soluciones alternativas que nos permiten lucir nuestras obras de arte sin dañar la superficie.
Adhesivos de doble cara
Los adhesivos de doble cara son una opción popular para colgar cuadros sin hacer agujeros. Estos adhesivos son fáciles de usar y pueden soportar una cantidad considerable de peso. Los adhesivos de doble cara están disponibles en diferentes tamaños y formas, lo que los hace ideales para diferentes tipos de cuadros y superficies. Para utilizar estos adhesivos, simplemente retire la película protectora de ambos lados y presione el cuadro contra la pared.
Ganchos adhesivos
Los ganchos adhesivos son otra opción popular para colgar cuadros sin hacer agujeros. Estos ganchos vienen en diferentes tamaños y formas y pueden soportar una cantidad considerable de peso. Los ganchos adhesivos son fáciles de usar y se pueden quitar sin dejar residuos pegajosos en la pared. Para utilizarlos, simplemente retire la película protectora del adhesivo y presione el gancho contra la pared. Una vez que el gancho esté en su lugar, puede colgar el cuadro en el gancho.
Sistemas de riel
Los sistemas de riel son una opción más permanente para colgar cuadros sin hacer agujeros. Estos sistemas consisten en un riel que se instala en la parte superior de la pared y ganchos que se enganchan en el riel. Los ganchos se pueden mover a lo largo del riel para ajustar la posición del cuadro. Los sistemas de riel son ideales para aquellos que desean cambiar con frecuencia la ubicación de sus cuadros. Sin embargo, estos sistemas pueden ser más costosos y requieren más tiempo para instalar que los adhesivos y los ganchos adhesivos.
Ventosas
Las ventosas son otra opción para colgar cuadros sin hacer agujeros. Estas ventosas tienen un gancho incorporado que se puede utilizar para colgar el cuadro. Funcionan mejor en superficies lisas y limpias, como vidrio o azulejos. Sin embargo, no son ideales para superficies rugosas o porosas.