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¿Conoces la qué es la luz cálida y fría en decoración?

La elección entre luz cálida y luz fría dependerá del tipo de ambiente que se quiera crear y de las necesidades específicas de cada espacio

Luz cálida en un comedor. Minha Baek/Unsplash

La iluminación es un aspecto clave en cualquier espacio, ya sea en el hogar, la oficina o cualquier otro lugar. Existen diferentes tipos de luz, y dos de las más comunes son la luz cálida y la luz fría. Aquí te explicaremos en qué consiste cada una y cuál es la diferencia entre ambas.

La luz cálida se caracteriza por tener una tonalidad amarillenta o anaranjada, similar a la luz del atardecer. Este tipo de luz es ideal para crear un ambiente acogedor y relajado, por lo que es muy común en espacios como el salón o el dormitorio. También se utiliza en establecimientos comerciales como tiendas de ropa, ya que hace que la ropa se vea más cálida y atractiva.

Por otro lado, la luz fría tiene una tonalidad blanca o azulada, similar a la luz del día. Este tipo de luz es ideal para espacios donde se requiere una buena visibilidad, como en la cocina o el baño. También se utiliza en establecimientos comerciales como supermercados o tiendas de electrónica, ya que hace que los productos se vean más nítidos y brillantes.

La principal diferencia entre la luz cálida y la luz fría es su temperatura de color. La temperatura de color se mide en grados Kelvin (K) y determina si la luz es más cálida o más fría. La luz cálida suele tener una temperatura de color entre 2700K y 3000K, mientras que la luz fría suele tener una temperatura de color entre 4000K y 6500K.

Escala de tonos de luz. 

Además de la temperatura de color, también es importante tener en cuenta otros factores a la hora de elegir el tipo de luz adecuado para cada espacio. Por ejemplo, la intensidad de la luz, medida en lúmenes (lm), determina cuánta luz emite una bombilla. En general, se recomienda utilizar bombillas con una intensidad de al menos 800 lm para espacios como el salón o el dormitorio, y de al menos 1000 lm para espacios como la cocina o el baño.

Otro factor a tener en cuenta es el índice de reproducción cromática (IRC), que indica cómo los colores se ven bajo cierta iluminación. El IRC se mide en una escala del 0 al 100, y cuanto mayor sea el número, mejor será la reproducción de los colores. En general, se recomienda utilizar bombillas con un IRC de al menos 80 para obtener una buena reproducción de los colores.
 

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