La teoría del color se enfoca en comprender cómo los seres humanos perciben y procesan los colores. Esta disciplina ha sido explorada por científicos, artistas y diseñadores a lo largo de la historia, es fundamental para el desarrollo de diversas industrias, desde la moda, decoración, interiorismo, diseño, arquitectura y hasta la publicidad.
Se basa en la idea de que los colores que vemos son el resultado de la interacción entre la luz y nuestros ojos. Cuando la luz incide en un objeto, éste absorbe ciertas longitudes de onda y refleja otras. Los colores que percibimos son el resultado de la combinación de las longitudes de onda que son reflejadas.
En la decoración de interiores, el color es un elemento clave que puede influir en el estado de ánimo, la percepción del espacio y la sensación de confort. Por eso, es importante comprender los principios básicos de la teoría del color para poder aplicarlos de manera efectiva en la decoración.
La rueda cromática uno de los conceptos fundamentales de la teoría del color. Esta es una herramienta visual que muestra los colores primarios (rojo, amarillo y azul), los colores secundarios (naranja, verde y morado) y los colores terciarios (mezclas de un color primario y uno secundario).
La rueda cromática también muestra las relaciones entre los colores, como los colores complementarios (que se encuentran en lados opuestos de la rueda) y los colores análogos (que se encuentran cerca uno del otro en la rueda).
Existen dos tipos de colores: fríos y cálidos. Los colores fríos, como el azul, el violeta o el verde con dominancia azulada, transmiten frescura y se utilizan sobre todo en estancias cálidas. Por otro lado, los colores cálidos, como el rojo, el naranja o el marrón, transmiten calor y vienen muy bien para las atmósferas frías.
¿Cómo combinar los colores de forma armoniosa?
La teoría del color contempla una diferencia entre tipos de colores: primarios, secundarios, intermedios y terciarios. La mezcla de tonos primarios con sus secundarios permite reforzar la armonía y transmitir serenidad, equilibrio y tranquilidad visual. Por su parte, si apuestas por el contraste, el efecto es el contrario: vibrante, vital y muy dinámico.
En el interiorismo hay cinco combinaciones básicas: monocromáticas, complementarias, de analogía, tríos armónicos y complementarias divididas. Las monocromáticas se apoyan en un único color, del que se van variando el brillo y la saturación. Las complementarias combinan los colores opuestos en el círculo cromático. Las de analogía juntan los colores con sus adyacentes en el círculo cromático. Los tríos armónicos utilizan los colores que estarían en un vértice de triángulo equilátero en la paleta cromática. Y las complementarias divididas combinan un color y los adyacentes a su complementario.