El Feng Shui es una técnica china con registros de hace aproximadamente cinco mil años. Su principio es combinar las energías del cielo, la tierra, la casa y sus habitantes. La idea es vivir en total equilibrio con la naturaleza y así alcanzar la cima del bienestar.
Esta práctica busca armonizar el flujo de energía para brindar una sensación de comodidad y seguridad a los residentes de la casa. Y una de las formas más utilizadas por la técnica para lograrlo es el uso de colores para la casa.
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Pero primero: entiende el Feng Shui
¿Alguna vez te has sentido incómodo al entrar en un ambiente? Esto significa que las energías del lugar no estaban bien alineadas. El Feng Shui dicta que la decoración no sólo afecta la calidez material, sino también la salud física, mental y espiritual.
La corriente de pensamiento establece una relación armoniosa entre opuestos, conocida como yin y yang. Para entender mejor, es importante saber que Feng significa viento (es decir, yang) y Shui representa agua (yin). Cada lado simboliza las fuerzas necesarias para crear un espacio totalmente equilibrado para que las energías negativas se redirijan lejos de él.
El efecto matiz es una forma terapéutica de generar simetría y lograr la sensación deseada en cada estancia. Por ello, existen colores de hogar ideales para la sala, el dormitorio, la cocina, el baño, la oficina, entre otros.
La paz del azul
El mar nos aporta una tranquilidad inigualable. Su color, como no podía ser de otra forma, transmite paz, armonía y sosiego.
Los tonos más oscuros representan las profundidades del océano y se utilizan para alimentar la sabiduría y la intuición. A menudo se aplican como colores de pared en oficinas, bibliotecas y espacios de estudio.
El azul claro simboliza la paz y la espiritualidad, siendo perfecto para habitaciones de bebés y adultos. Los matices verdosos retratan juventud y desarrollo, es decir, son recomendados por el Feng Shui para habitaciones infantiles y juveniles.
El poder del amarillo
Al recordar el oro, el amarillo representa poder y riqueza, además del elemento tierra. Como tiene propiedades aceleradoras, suele utilizarse para estimular la energía, la alegría y la espontaneidad de sus residentes.
Para aprovechar al máximo todas las propiedades del color, intenta usarlo en salas de estudio y oficinas, para obtener una buena concentración. También se puede incluir en pequeñas dosis en el espacio infantil, para estimular el conocimiento.
La pureza del blanco
En el Feng Shui, el blanco representa el metal y el aire. Es el color de la pureza, la espiritualidad y da sensación de limpieza. Sin embargo, se debe tener cuidado, ya que el objetivo total puede generar ansiedad en sus residentes. Por eso, lo ideal es incluir siempre un punto de color en los ambientes.
Si te gustan los espacios luminosos, déjalos para las habitaciones en donde se pasa menos tiempo, como el área de servicio, la cocina y el baño.
La fuerza del rojo
Cuando pensamos en matices rojos, inmediatamente los asociamos con vitalidad, fuerza, energía, pasión y calidez. En todas sus tonalidades, es un color potente, capaz de elevar la autoestima de sus residentes.
Debido a que es muy energético, no se recomienda para dormitorios, ya que puede causar insomnio en los residentes. Apuesta por elementos puntuales en rojo en el salón o en la esquina del tocador.
La inspiración del verde
En todas sus tonalidades, el verde representa la familia y la naturaleza, que hace florecer proyectos, sueños, metas e inspiraciones. En otras palabras, es el color de la renovación, una sensación que se potencia cuando el matiz aparece en las plantas en maceta .
Para las habitaciones de los niños, el verde claro es ideal. Además de restaurar la energía, es capaz de marcar un nuevo ciclo y mejora.