Aunque es una de esas cosas en las que nunca ponemos atención o que siempre pasan desapercibidas, pero que si nos detenemos a pensarlo nos damos cuenta de que las puertas de las casas siempre se abren hacia dentro. ¿A qué se debe esto? Bueno, pues, como todo, tiene una explicación lógica.
Las puertas principales de nuestras casas tienden a abrirse hacia dentro por una razón de primer imprescindible y que quizá nunca habías pensado: la seguridad de quienes se encuentran adentro o viven ahí. Y es que abrir la puerta hacia adentro proporciona dos ventajas clave: incrementa la visibilidad y, por otro lado, ayuda a tener mayor control sobre la puerta en sí.
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Al abrirse las puertas hacia adentro, los habitantes de ese hogar tienen mayor control en todo momento de la puerta y su nivel de apertura. Cuando la puerta se encuentra cerrada, la presión ejercida sobre ella desde afuera la hace mucho más difícil de forzar. Además, las bisagras y los pernos están ubicados en el interior, lo que dificulta aún más el acceso no autorizado.
Sin embargo, la seguridad no es la única razón para que las puertas de los hogares se deben de abrir siempre hacia el interior. Si las puertas se abrieran hacia afuera, podrían bloquearse con obstáculos externos como nieve, hojas o escombros. Al abrirse hacia adentro, la puerta queda protegida de los elementos y es más fácil de abrir y cerrar sin obstáculos externos.
Para concluir, en cuanto a términos de diseño se refiere, las puertas que se abren hacia adentro pueden ser mucho más estéticas y atractivas visualmente desde el exterior de la casa. La fachada del hogar se ve más limpia y ordenada, ya que las puertas no sobresalen.
Cabe mencionar que aunque las puertas de la mayoría de los hogares se abren hacia adentro, existen algunas excepciones. Por ejemplo, en ciertos edificios comerciales o de alta ocupación, las puertas de emergencia suelen abrirse hacia afuera para facilitar una evacuación rápida y segura.
Asimismo, algunas puertas exteriores en casas pueden abrirse hacia afuera, como las puertas de entrada principal en algunas culturas o las puertas traseras que llevan a un patio o jardín. Sin embargo, estas situaciones por lo regular son casos específicos y no una norma general.