Planchar ropa puede ser una de las tareas de la casa más tediosas. Para alargar la vida útil de nuestras prendas es importante cuidar cómo y con qué la lavamos, además de hacerlo de la manera más cuidadosa posible. Una vez que las prendas están limpias y secas para lucir perfectas toca una de las 'penitencias' del primer mundo: planchar. Para hacer el trago más llevadero y al mismo tiempo cuidar tus prendas debes tener en cuenta una serie de recomendaciones.
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Hay un momento clave para facilitar la tarea de pasar la plancha: el de sacarla de la lavadora. Cuando sacas la ropa de la lavadora debes de darle un par de “golpes” en el aire. Estirarla todo lo que puedas a la hora de tenderla y sacudirla bien va a lograr que tu ropa esté mucho menos arrugada. También te puede hacer mucho más sencillo el planchado si pones un foco de calor más o menos cerca de la ropa. Si, por ejemplo tiendes la camisa en el baño durante la ducha antes de salir de casa vas a lograr que se disminuyan las arrugas.
Planchar no es una tarea agradable para casi nadie -pese a que sí hay gente a la que le gusta-, pero hay que hacerlo, y qué mejor que hacerlo de tal manera que se nos facilite la tarea.
Está claro que cada vez tenemos menos tiempo para hacer las actividades del hogar y por eso es importante ahorrar ciertos hábitos que no son necesarios o, en cambio, reforzar otros que sí que lo son y que te llevarán un poco menos de tiempo. Economizar es la clave.