La manera en cómo tenemos organizado nuestro hogar habla mucho de nuestra personalidad y las costumbres que tenemos, por lo que debes colocar especial atención en los detalles, los cuales, además, no escaparán de la atención de las personas que te visitan.
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Los colores
El color de las paredes de nuestro hogar es importante, pues concentrarán todas las miradas. No dejará indiferente a nadie que entre a nuestro hogar. Posiblemente, a tu invitado le invadirá una sensación de envidia sana. Se preguntará porque a él le cuesta tanto decidirse a usar determinados colores e intentará averiguar qué buscabas al elegir ese tono en particular: sosiego, dinamismo, o frescura.
Aunque no lo creas: el tamaño de tu pantalla
Aunque no lo parezca, el tamaño de tu televisión dice mucho de ti y, sin duda, llamará la atención en tu sala. Cuánto más grande sea, más miradas llamará. Y de acuerdo con los decoradores, una pantalla nunca debería ser el centro de una sala.
Sala organizara y fuera de polvo
No hace falta aplicar la prueba del algodón en la sala, el polvo es lo suficientemente ingrato para que se vea, sobre todo en muebles oscuros. Pasa el plumero antes de la visita y pon cada cosa en su sitio. El sofá estirado, los cojines ahuecados, el plaid doblado, la mesa de centro ordenada y la estantería ídem. Si es una visita inesperada, puedes hacerlo rápidamente segundos antes de abrir la puerta.
El mobiliario
No existe nada mucho más aburrido que una sala decorada con muebles a juego. Pese a que tu invitado no sea un experto en decoración, sí se dará cuenta del diseño básico y la falta de personalidad en el espacio. Combina materiales y mezcla algunos estilos.
Y por supuesto: el recibidor
Y finalmente, el recibidor. Después de todo es la primera impresión que tu invitado tendrá de tu hogar. Procura que esta sea buena. Si tienes espejo a en este lugar, asegúrate que se encuentra limpio, ordena la correspondencia y los objetos que haya sobre la consola y ofrécele un sitio para dejar el abrigo. Coloca especial atención también en los detalles, como las velas, una planta, un cesto que organice, o hasta un ambientador suave.