El dolor en los músculos y en las articulaciones puede llegar a ser bastante molesto e interferir en las tareas diarias. En principio, estas molestias podrían prevenirse con estiramientos y ejercicios. No obstante, las largas jornadas de trabajo pueden pasarte factura en la espalda. Por esta razón, aplicar calor sobre las zonas afectadas a través de una almohadilla térmica te ayudará a aliviar las molestias de forma notable.
En este artículo, vas a conocer todos los beneficios y ventajas que puede aportarte este producto. Además de que te daremos un par de consejos sobre su uso y te guiaremos para que tu compra se ajuste a tu necesidad.
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¿Qué es una almohadilla térmica?
A la almohadilla térmica también se le conoce como almohadilla térmica o compresa eléctrica. Esta es básciamente una alfombrilla que se enchufa a la corriente de electricidad y desprende calor. Se puede encontrar en diferentes tamaños y formas, según para la parte del cuerpo que se vaya a usar. Por lo regular, suele incorporar la opción de apagado automático después de 90 minutos y un sistema de seguridad de sobrecalentamiento.
Principalmente, se usa con un fin terapéutico. El calor alivia el dolor de los músculos y de las articulaciones. Por lo tanto, la almohadilla térmica te puede ayudar a disminuir tus contracturas y la rigidez articular. Asimismo, puedes usarla para calentarte en los días con temperaturas bajas, todo dependerá del uso que tú le quieras dar.
Recomendaciones de uso
La almohadilla térmica se puede usar como tratamiento para la termoterapia. Esta dilata los vasos sanguíneos y facilita la circulación. Funciona a modo de agente térmico. Para que haga su efecto, debe tener una temperatura superior a la del cuerpo humano. Es decir, de más de 34º - 36º C. También transmite un calor superficial que te puede ayudar a aliviar el dolor en los siguientes casos:
Si presentas molestias en el cuello luego de una mala posición al dormir.
Contracturas provocadas por muchas horas de trabajo sentado delante del ordenador.
Dolor o malestar en las articulaciones debido a las bajas temperaturas.
Malestar y dolor de fuerte a severo en la zona baja del abdomen provocados por la menstruación.
Si te has lesionado haciendo deporte.
En caso de haber levantado algo pesado o haber hecho un mal gesto provocando lumbalgia.
Si padeces de artritis, ciática o tendinitis, aunque siempre es mejor consultarlo con un especialista.
Ventajas de la almohadilla térmica
La almohadilla térmica puede presentar numerosos beneficios para tu salud. Eso sí, siempre y cuando la uses siguiendo las indicaciones del fabricante. Hemos reunido las ventajas que presenta este producto térmico:
Algunas de ellas son:
- Aporta un calor estable
- Tiene un regulador de temperatura
- Actúa como analgésico local
- Alivia tanto el dolor muscular y articular
- Ayuda a combatir el frío
- Es fácil de usar
- Se limpia con facilidad
- Su costo es económico
Como puedes darte cuenta, la almohadilla térmica es perfecta para activar la circulación de la sangre en los músculos doloridos. Se conecta a la corriente y desprende un calor uniforme para aliviar tus molestias. Por ello, úsala si tienes contracturas, lumbalgia o cólicos menstruales. Además, agradecerás tenerla en los días fríos para calentarte y así conciliar mejor el sueño.