Si en este momento te estás preguntando por qué las puntas de las hojas de algunas de tus plantas de interior se han secado, esta información seguramente te interesa.
El amarilleamiento y la sequedad en las puntas de las hojas de las plantas son a penas dos de los principales problemas que suelen surgir en su mantenimiento.
Recordemos que si tus plantas tienen esa tonalidad marrón en las puntas de las hojas -no completa- y una textura arrugada, es un indicio de que debe de estar sufriendo el ataque de una plaga o quizá de una enfermedad.
No obstante, en muchas ocasiones, es un claro indicativo de que la variedad está sufriendo estrés. Quédate hasta el final de este artículo y descubre cuáles son las principales causas que provocan que tus plantas de interior sufren estrés.
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Falta de agua
Muy probablemente esta es la primera causa en la que uno piensa cuando se ven las puntas de las hojas secas.
Una misma planta puede requerir diferentes cantidades de riego en función de la estación. Por ejemplo, no es lo mismo el riego que suelen necesitar en invierno que durante el verano. Pero, que no tenga la humedad suficiente, no significa que no se le esté proporcionado la cantidad de riego adecuada.
En ocasiones, son las propias raíces de las plantas las que no están absorbiendo el agua correctamente. Esto puede ocurrir, por ejemplo, cuando se usa un sustrato o una tierra con un drenaje demasiado rápido.
Exceso de agua
En relación con la falta de agua, si ves que el sustrato de tu planta está muy seco, no la riegues de forma excesiva y drástica. Esa no es la manera adecuada de hacerlo.
Se debe hacer de forma paulatina e ir observando cómo va reaccionando tu planta, comprobando que no queda encharcada. Y es que, un exceso de riego puede ser bastante peligroso para nuestras plantas que una falta de riego ya que puede desembocar en una asfixia radicular.
Raíces saturadas
Colocarle agua y abonar las plantas son dos maneras de cuidarlas completamente normalizadas. Sin ellas, las plantas no crecerían ni tampoco vivirían.
No obstante, no se le tiende dar la misma importancia a los trasplantes. Temporada tras temporada, las plantas van desarrollándose y necesitando contenedores más grandes.
Hay un momento en que las raíces pueden llegar a estar tan saturadas que son incapaces de absorber el agua de riego y el abono que se le da.
Exceso de sol
El sol es muy beneficioso para las plantas pero exponerlas bastante a él también puede impactar de forma negativa.
Si ves que tu planta puede estar quemándose por los rayos del sol, prueba a trasladarla a otra parte de la casa con una luz media y observa su evolución.
Como sabes, las plantas transpiran a través de sus hojas y, durante este proceso, las hojas se enfrían previniendo el estrés provocado por el calor.
Para que puedan llevar este proceso, requieren de agua suficiente para llevarla de las raíces a los tallos y también a las hojas. Si tienen una carencia, será mucho más probable que estas últimas se terminen quemando.
Corrientes de aire
Muchas de nuestras plantas sufren cuando se encuentran ubicadas en zonas de nuestra casa con grandes corrientes de aire. Hay otras, como la aspidistra o la sansevieria, la gran superviviente, que son mucho más resistentes a ellas.
Si ves que tu planta está puesta en un espacio en el que circule mucho el aire, cámbiala de sitio.
Como puedes darte cuenta, que se sequen las puntas de las hojas puede deberse a varios factores. Conocer cuáles son las necesidades de cada una de las plantas en tu hogar y jardín serán clave para identificar qué es lo que no estás teniendo en cuenta y, así, poder solucionarlo.