La pandemia nos ha hecho pensar en cómo realmente cuidamos de nuestra salud y el entorno, y con los periodos de confinamiento es posible que las dinámicas de limpieza y precaución hayan aumentado con la finalidad de alejarnos de brotes de enfermedades y tener un aseo constante en todos aquellos objetos que ingresan a nuestro hogar o espacios de trabajo.
Si lugar a dudas, cada rincón de nuestro hogar fue visto con otros ojos a partir de la pandemia y con ello llegaron herramientas para tener una impecable limpieza para procurar un ambiente más saludable y seguro, aprovechando los tiempos de confinamiento para incluso hacer una renovación y depuración de los principales espacios del hogar.
Entre los artículos más buscados a raíz de la pandemia fue la pintura para paredes, tanto de interiores como de exteriores, saltando a relucir una opción, que si bien ya tenía presencia en el mercado, tomó popularidad ante la premisa de tener un entorno libre de bacterias y virus: las pinturas antibacteriales.
Limpiar constantemente cada objeto y superficie ha sido un hábito que se ha arraigado con fuerza en los hogares, así que cada mesa, pasamanos, respaldos y asientos, fueron de las áreas que más atención tuvieron en estas nuevas dinámicas de aseo, sin embargo, pocas veces prestamos atención a los muros, que también pueden convertirse en posibles puntos de suciedad e infección con el polvo, humedad, y ser el lugar perfecto para la proliferación de nidos de insectos.
Entre las principales cualidades que se han atribuido a las pinturas antibacteriales está el mecanismo de sus componentes estrellas como el acrílico, que permite una limpieza más directa y profunda sin el riesgo de que la calidad de la pintura y su esmalte se dañe, se manche o guarde olores indeseados.
Otro punto que marca la diferencia entre las pinturas antibacteriales es que cuentan con componentes de fungicidas y biocidas, que resultan amigables para el ambiente y sin riesgos tóxicos al contacto humano y mascotas, por ejemplo. Bajo esta idea es cómo se pretende que bacterias y virus relacionados a malestares y enfermedades respiratorias o gastrointestinales no puedan encontrar las condiciones ideales para proliferar.
¿Cómo usarlas?
Previo a que adquieras cualquier tipo de producto que consideres pueda cumplir con tus necesidades de aseo y reducción o control de bacterias o virus, es importante que tengas la asesoría de especialistas que, en primer lugar, analicen las características de tu espacio, dinámica al interior de su hogar, si hay constantes fugas de agua o problemas de tuberías, si hay presencia de mascotas o flora o fauna ajena a tu hogar, o si incluso hay condiciones de salud que puedan verse afectadas por integrar una nueva herramienta de aseo a tu entorno.
La ventilación natural es otro punto que se considera para que una pintura antibacterial pueda cumplir con lo prometido dentro de sus posibilidades, aquí también se analizará si tienes un sistema de aire acondicionado y cómo es la limpieza de éste, por ejemplo.
La calidad de los muros de tu hogar también es un factor que entra en juego para que una pintura con esta calidad de resistencia con características antibacteriales funcione, pues previo a colocar cualquier pintura o barniz protector, será indispensable que las paredes no presenten humedad, grietas o fallas en su estructura o cimiento, si es que está en constante contacto con los rayos del sol, y cuáles son los métodos más usados para su limpieza, si es con trapos en seco o humedecidos, entre otros factores.
¿Dónde encontrar esta pintura?
En México, firmas como Comex tienen la oferta de su línea Vinimex Total Antibacterial, que contiene nueva tecnología en su fórmula con protección antibacterial con capacidad de reducir 99.9% de las bacterias más comunes. Esta pintura puede ser adaptada a más de tres mil 500 colores y es de rápido secado. Más información en www.comex.com.mx/vinilicas.