El ahorro de recursos naturales es una tarea que cada vez más buscan apoyar. Uno de los problemas actuales con mayor búsqueda de soluciones es el desperdicio de agua, pues factores como la contaminación y el clima han reducido la disponibilidad de agua potable de manera dramática.
Más allá de la educación con la que todos deberíamos tener en este rubro, existen dispositivos que ayudan a que el ahorro del vital líquido sea más sencillo. Desde lavadoras, hasta mangueras y pasando por los excusados cuyo tanque permite un llenado con menos litros de agua, son alternativas para lograr esta tarea.
Pero existe un gadget que se ha colocado como una gran opción, e incluso, para algunos es un elemento que no debería de omitirse para así lograr salvar la mayor cantidad posible de litros de agua. Se trata de las regaderas inteligentes, cuya tare principal es la antes mencionada.
Pero, ¿Qué es una regadera inteligente? Se trata de una regadera casi a igual a las que ya conocemos, pero cuentan con diversas configuraciones que las llevan a medir temperatura o restringir el flujo del agua, para así optimizar el uso de este líquido.
Dichos dispositivos pueden mejorar el consumo del agua hasta en un 70% con el uso normal de la regadera. Pero ¿Cómo funciona? Existen muchos tipos de regaderas inteligentes.
Las más simples cuentan con menos salidas de agua, pero con un sistema que la presuriza y mejora el flujo de la misma, por lo que a pesar de usar menos no se percibe y esto contribuye al menor gasto.
Otras, más sofisticadas, cuentan con un sensor que no permite el flujo de líquido hasta que éste se encuentra a una temperatura óptima para usarla, y así no se desperdicia agua al dejarla correr mientras se espera a que ésta se calienta para entrar a tomar un baño.
Las más sofisticadas tienen un detector de movimiento, mismo que puede regular el flujo al leer la posición de la persona, y dependiendo si está cerca o lejos el flujo disminuye o aumenta. Incluso, en algunos casos es posible generar una lectura para detener el agua, es decir, si la persona sale del rango del sensor, el flujo del agua se interrumpe automáticamente, hasta que se detecta un cuerpo en el campo de lectura del sensor.
También hay algunas otras programables, las cuales se cierran o emiten una alarma al paso de cierto tiempo, criterio que se puede pre-programar con antelación, es decir, si el usuario solo permite tandas de 10 minutos, el agua dejará de fluir en dicho periodo, gracias al uso de una regadera inteligente.
En algunos otros casos sólo cambia como es que el agua se entrega a la hora del baño, es decir, si una regadera convencional utiliza un chorro constante, una regadera inteligente puede ser capaz de atomizar el agua, incrementando el radio del alcance, pero usando menos líquido, lo que deriva en un ahorro en el consumo del agua.
La instalación puede requiere de mano de obra especializada, aunque algunas de las alternativas solo requieren remover la antigua regadera y poner la regadera inteligente, sólo girándola y poniéndola en su sitio de manera convencional.
Para usarla es importante conocer qué tipo de regadera inteligente se adquirió, y en el peor de los casos, solo se tiene que leer el manual de usuario, pues se considera un dispositivo fácil de usar y adaptar.