¿Hay algo más delicioso que una pizza recién salida del horno de leña? Probablemente no. Pero, ¿qué pasa si te dijera que puedes construir tu propio horno de leña en casa y disfrutar de tus comidas favoritas sin salir de casa?
Antes de empezar, es importante que tengas en cuenta que construir un horno de leña no es una tarea sencilla, pero tampoco es imposible. Requiere de paciencia, dedicación y habilidades básicas de albañilería. Pero una vez que lo tengas listo, podrás disfrutar de deliciosas recetas caseras que te transportarán a Italia.
Manos a la obra
Antes de empezar la construcción del horno, es importante contar con todos los materiales necesarios. A continuación, se detallan los elementos que se requieren:
- Ladrillos refractarios: son ladrillos cerámicos especiales que pueden soportar altas temperaturas.
- Cemento refractario: se necesita una mezcla resistente al fuego para la base.
- Agua y arena: para mezclar con el cemento.
- Nivel de burbuja: para comprobar que la construcción esté nivelada.
- Cuerda o hilo: para utilizar como guía en la construcción.
- Espátula: para aplicar la mezcla de cemento.
- Malla fina de acero: para evitar que la mezcla se agriete al secarse.
- Aislante térmico para hornos de leña: para evitar que el calor se escape.
- Cubo para hacer la mezcla.
- Puerta de acero.
- Chimenea.
- Termómetro.
Construcción del horno
Antes de comenzar a construir el horno, es importante elegir un lugar adecuado para su ubicación. Se puede construir apoyado en el suelo, sobre alguna estructura o en una encimera previamente construida. Es fundamental contar con unos buenos cimientos donde apoyarse, ya que el horno tendrá un peso considerable.
La base del horno se puede hacer con ladrillos refractarios vistos, que servirán para colocar directamente las bandejas y los alimentos. Se deben colocar los ladrillos horizontalmente formando un círculo con un diámetro de alrededor de un metro.
Para levantar las paredes del horno, se pueden utilizar los ladrillos refractarios y la mezcla de cemento. Se debe utilizar cuerda o hilo como guía para nivelar cada hilera y comprobar que todo esté totalmente horizontal. A partir de la quinta fila, se deben recortar los ladrillos con una paleta para darles forma de cuña y comenzar a construir la bóveda.
Si el horno es grande, es necesario fabricar una estructura de madera que sujete temporalmente los ladrillos mientras la mezcla se seca. Una vez que esté lista, se puede retirar la estructura o incluso quemarla encendiendo el horno.
Terminación y aislamiento
Una vez terminada la fase de los ladrillos, es necesario enfoscar exteriormente el horno con una mezcla de cemento, agua y arena. Esta capa debe tener un grosor considerable, entre 2 y 3 centímetros. Después, se debe aislar el horno con lana de roca o algún aislamiento térmico especial para hornos de leña.
Tras esta capa de aislamiento, se debe volver a enfoscar el horno, esta vez utilizando una malla de acero para evitar que la mezcla se agriete en el futuro. Finalmente, se pueden aplicar acabados exteriores como piedras naturales sujetas con cemento o pintura acrílica.
Elementos extras
Es importante tener en cuenta elementos como la puerta, el tubo de extracción del aire y el termómetro durante la fase del levantado de las paredes. Estos elementos suelen ser prefabricados y especiales para hornos, por lo que solo es necesario colocarlos en su lugar una vez finalizados los trabajos de albañilería.
Prueba de fuego
Es importante no forzar la temperatura en los primeros encendidos del horno. El secado debe ser progresivo y una temperatura excesiva al comienzo puede ocasionar grietas. Una vez que el horno esté listo, se pueden preparar deliciosas recetas como pizzas, panes, barbacoa o asados que tendrán un sabor inigualable gracias al uso del horno de leña casero.