En el cuidado de nuestro jardín, una de las tareas más importantes es la fertilización de las plantas. Los fertilizantes son una fuente de nutrientes esenciales para el crecimiento y desarrollo de nuestras plantas.
Conoce sobre los diferentes tipos de fertilizantes que podemos utilizar en nuestro jardín
1. Fertilizantes orgánicos: Estos fertilizantes se obtienen a partir de materiales naturales, como estiércol, compost, restos de alimentos, entre otros. Son ideales para aquellos que buscan una alternativa más ecológica y sostenible para el cuidado de sus plantas.
2. Fertilizantes químicos: Estos fertilizantes contienen nutrientes sintéticos que son fácilmente absorbidos por las plantas. Funcionan para aquellos que buscan una solución rápida y efectiva para el cuidado de sus plantas.
3. Fertilizantes líquidos: Estos fertilizantes se disuelven en agua y se aplican directamente sobre las hojas de las plantas. Aplícalos cuando las plantas ecesitan una dosis rápida de nutrientes.
4. Fertilizantes granulados: Estos fertilizantes se aplican directamente en la tierra y se liberan lentamente a medida que se riega la planta. Son ideales para aquellos que buscan una solución duradera y efectiva para el cuidado de sus plantas.
5. Fertilizantes de liberación controlada: Estos fertilizantes liberan los nutrientes de manera gradual y controlada a medida que la planta los necesita. Es una solución duradera y efectiva para el cuidado de sus plantas.
6. Fertilizantes foliares: Estos fertilizantes se aplican directamente sobre las hojas de las plantas y son absorbidos rápidamente por ellas. Útiles para las plantas que necesitan una dosis rápida de nutrientes.
Recuerda que cada tipo de planta tiene necesidades específicas de nutrientes, por lo que es importante elegir el fertilizante adecuado para cada planta en nuestro jardín. Además, debes seguir las instrucciones de aplicación del fabricante para evitar dañar nuestras plantas.
Recomendaciones para la aplicación de fertilizantes en la jardinería
En primer lugar, es recomendable aplicar el abono a finales del invierno y a mediados de la primavera. En la primera aplicación, se devuelve a la tierra la estructura necesaria para el crecimiento de las plantas que pudo perder durante las heladas. Mientras que, en la segunda, se aportan los nutrientes necesarios a la planta para estimular su floración o crecimiento.
Aplica el fertilizante en aquellas plantas que veas sin color, débiles o que no están creciendo óptimamente, ya que esto significa que no están recibiendo los nutrientes adecuados.
Es preferible aplicar el fertilizante por la mañana o antes de oscurecer, y regar siempre antes de fertilizar. De lo contrario, el agua podría arrastrar el producto e impedir que llegue la cantidad necesaria a la planta.
Ten en cuenta que no es recomendable aplicar demasiado fertilizante, ya que esto puede ser perjudicial para las plantas. En lugar de estimular su crecimiento, puede quemar sus raíces y producir un exceso de hojas en detrimento de las flores o frutos.