Llega el tiempo en que las plantas, flores y árboles comienzan de nuevo a cubrirse de verde y no sólo el color se hace presente con la primavera, también las altas temperaturas y la sensación térmica de humedad incrementa como ante sala al sol radiante del verano.
Si eres un apasionado por las plantas y tu jardín o casa están colmados de macetas y macetas, es posible que ya tengas experiencia en el cuidado de tus plantas, sin embargo, nunca está de más tener algunos consejos a la mano para evitar que tus flores se dañen y sufran los estragos de las temperaturas y sobreexposición solar, en especial, si eres primerizo en la jardinería casera.
Cada planta y su especie tiene características particulares sobre el cuidado que necesita, pero hay guías básicas para cuidados sencillos con los que podrás detectar a tiempo anomalías o posibles plagas o si es que tu planta está en un proceso de sequedad o sobrehidratación, por ejemplo.
Riego perfecto
Al igual que con el invierno, la plantas en temporada de calor requieren de un riego adecuado a sus necesidades de hidratación partiendo de la temperatura que hay en al ambiente, en especial, cuando tu jardín o las macetas cuentan con espacios de sombra o áreas techadas o totalmente cerradas. En el caso de la primavera y el verano, es importante realizar un riego profundo para que las raíces tengan agua necesaria. El riego tanto en maceta como en jardín debe ser tranquilo y con un chorro medio para que la superficie de la tierra o el sustrato no se encharque y el agua tarde en bajar.
Horario
Si tus plantas ya tienen un horario o un rango de tiempo específico para que sean regadas, trata de respetar este momento y no saltarlo. Es importante que si eres primerizo con una especie de planta o flor, consultes con tu proveedor cuáles es el horario ideal para hacer el riego, cada cuántos días es pertinente y principalmente cuál es la cantidad de agua adecuada.
¿Jardín o maceta?
Dependiendo de la especie y tamaño de tu planta, será pertinente mantenerlas en maceta o integrarlas al jardín directamente. Ten en cuenta que las plantas en maceta están limitadas al agua que tú brindas en cada riego, por lo que éste tiene que ser constante y correcto para evitar resequedad o que la planta comience a morir.
Rocío refrescante
Si la sensación de calor es bastante o detectas que las hojas de tus plantas están secas o comienzan a quebrarse, un poco de agua en “spray” será perfecta no solo para refrescar el ambiente, esta técnica también te ayudará a limpiar aquellas hojas de gran tamaño que comiencen a acumular polvo. Puedes utilizar un trapo húmedo para retirar el polvo y excremento de aves. Esta rutina puedes realizarla semanalmente y también te permitirá tener una mayor vigilancia sobre plagas o enfermedades.
Cero bronceado
A veces resulta incomprensible cómo es que las plantas de calle soportan todas las inclemencias del clima y ausencia de un cuidado personalizado, en especial, si hemos tenido malas experiencias con nuestras primeras plantas o intentos de jardinería. Uno de los aspectos más comunes es no saber bien si la planta o flor tienen que estar expuestas al sol o a la sombra, este dato te permitirá evitar que el sol dañe sus hojas y las deshidrate. Aunque tus plantas sean de sol, pero notas que están cada vez más sensibles, puedes cubrirlas una ligera tela o gasa para evitar quemaduras o resequedad.
Aleja a los bichos
La naturaleza llama a más naturaleza y es normal que conforme tengamos plantas en nuestro entorno diversos animalitos lleguen buscando refugio, hacer su nido, alimento o buscando el polen caso de las flores, sin embargo, algunas especies pueden ser bastante molestas en grandes grupos hasta generar enfermedades a las hojas o frutos, así que previo a colocar tu maceta o ampliar tu jardín, trata de investigar qué tipo de fauna suele acercarse por las características de tus plantas, esto te evitará gastar en un futuro en productos para sanarlas o eliminar plagas.
Poda adecuada
Cuando detectes hojas o flores marchitas o si su daño no tiene reparación, es preferible que las podes adecuadamente sin dañar el tallo o demás ramas. Retirar hojas y flores marchitas evitará que los nutrientes de tus fertilizantes o agua se destine a estos elementos.
Composta casera
Algunos residuos de alimentos pueden funcionar a la perfección como fertilizantes o composta, y generalmente las cascaras o pequeños trozos de frutos pueden ayudar a mantener a la tierra sana, pero antes de echar cualquier residuo de alimento es importante que verifiques si el estilo de tu planta es compatible con los nutrientes de tu composta casera, así evitarás la generación de hongos o saturación.