Quizá alguna vez escuchaste a alguien decir que desecharon su plancha porque la base se oxidó o manchó irremediablemente, por lo que al usarla la ropa se estropeaba.
Pues ese problema sí tiene solución, puedes salvar tu plancha sin mucho conflicto, aprende aquí cómo.
Solo necesitas vinagre blanco, jugo de limón y un paño o trapo limpio.
Con la plancha apagada y fría, lo que vas a hacer es humedecer el trapo con el jugo de limón y limpiar la suela de la plancha con fuerza, cuando hayas terminado toma el mismo trapo o uno nuevo, humedécelo con vinagre blanco y repite el procedimiento.
Cuando hayas terminado solo limpia una tercera vez para retirar el excedente de vinagre y jugo de limón. Esta vez usa un trapo limpio solo humedecido con agua.