Personajes

Antoni Gaudí, la impronta visual de Barcelona

El arquitecto catalán realizó los edificios más icónicos de la ciudad española, dando una identidad y sentido a la urbe mediterránea

La iglesia de la Sagrada Familia sigue en construcción y estará lista en 2026. Pavol Svantner/Unsplash

La arquitectura es una de las pocas cosas que dejarán los humanos como herencia en su paso por el planeta. Con el tiempo, evidentemente habrá deterioro de obras magnificentes que se han erguido a lo largo de la historia, pero las grandes obras prevalecerán, como las de un gran protagonista en esta materia, como lo es Antoni Gaudí i Cornet (Anton Plàcid Guillem Gaudí i Cornet).


También conocido como Antonio Gaudí, nació en 1852 en una locación inexacta (se debate entre los municipios colindantes de Reus y Riudoms) de la provincia de Tarragona, España. Desde joven mostró sus dotes e imaginación en la arquitectura, que le han valido un lugar en la historia.

Antoni Gaudí i Cornet. Especial 


El sello de Gaudí se caracterizaba por ser integral, pues según los expertos, el arquitecto se ocupaba por tener soluciones funcionales y estructurales, pero sin dejar de lado la decoración. Precisamente este era otro sello distintivo, ya que Antoni ponía especial atención a los detalles específicos de sus obras, donde la utilización de adornos de cerámica, vidrio y hierro era fundamental.

Pese a que también se rigió por influencias neogóticas, el catalán gustaba del modernismo aunado a la utilización de la naturaleza como una fuente importante de inspiración. Este último aspecto es el que los expertos reconocen como el sello propio de Gaudí.


Sus primeras obras fueron como apoyo a otros afamados arquitectos de los siglos XIX y XX. Inclusive antes de recibir su título, el español realizó un par de proyectos donde exhibió sus dotes. Las primeras obras reconocidas fueron la reja de entrada del Parque de la Ciudadela y un proyecto hidráulico de la llamada Cascada Monumental, todo ocurrido a partir del año 1873. 


Después de recibir su título ya como arquitecto, vino su primera obra importante, la cual llegó por encargo del Ayuntamiento de Barcelona, en febrero de 1878. El encargo consistía en la realización y diseño de unas farolas para la Plaza Real, la cual fue lograda con ornamentos de hierro fundido y una base de mármol, mismas que fueron inauguradas un año después. Esta fue la primera obra importante en la carrera de Antoni.


Al paso del tiempo el reconocimiento de sus obras fue creciendo, al igual que su reputación. Esto lo llevó a participar en proyectos cada vez más importantes y codo a codo con otras eminencias de la arquitectura español de la época, como Emilio Sala Cortés, Francisco de Paula del Villar y Lozano, Josep Fontseré, Leandre Serrallach y Joan Martorell, este último reconocido como maestro y mayor influencia de Gaudí.


Fue en 1883 que Antoni tomó el proyecto más emblemático de su carrera. Se trata de la Catedral de la Sagrada Familia, a la cual dedicó cerca de 15 años de su vida y replanteó su construcción bajo su influencia de diseño, la cual también retomaba parte importantes de su devoción a la religión.
Historiadores afirman que en este proyecto Gaudí iba improvisando sobre la marcha, pero también dicen que plasma muchas de las capacidades del arquitecto español y su esencia como tal.


La Catedral hoy día continúa su proceso de construcción, y no será sino hasta el año 2026 que la edificación se dé por concluida.

Gaudí falleció en 1926, luego de ser atropellado por un tranvía. Varios años después de su deceso, entre los años 1984 y 2005, logró el Reconocimiento por parte de la Unesco de siete de sus obras, las cuales fueron declaradas Patrimonio de la Humanidad.

Otras obras importantes
 
Dorian/Unsplash 

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