La falta de cuidado al patrimonio y el hostigamiento laboral fueron denunciados por la Coordinación Colegiada, representantes de los Sectores del INAH e INBAL y trabajadores de centros de trabajo INAH de la Ciudad de México -CDMX-, agremiados al Sindicato Nacional Democrático de Trabajadores de la Secretaría de Cultura.
En el caso patrimonial, Martha Araceli Carmona Mejía, secretaria general de la sección Hidalgo, mencionó que en enero pasado se hizo un recorrido en museos y zonas arqueológicas de Hidalgo y se elaboró un diagnóstico que documenta graves afectaciones y se le hizo llegar a autoridades locales, así como al director del INAH.
"Hasta la fecha no ha habido respuesta", asegura.
En Jalisco, Paulo César Ramos Guzmán, secretario general de dicha sección, compartió que en el mismo enero se denunciaron afectaciones a dos esculturas que se encontraban en la Escuela de Conservación y Restauración de Occidente durante un movimiento de colección. Asimismo, se denunció el daño de un globo terráqueo en el Museo Regional de Guadalajara, lo cual se le informó a Diego Prieto —señaló Ramos Guzmán— y no hubo respuesta, pero sí represalias.
"De los que firmaron el documento, ocho recibieron 29 actas administrativas".
Por otro lado, Silvia Hernández, profesionista en gestión del patrimonio cultural, adscrita al Museo Nacional del Virreinato, habló sobre cómo se salvó un bastidor original de Miguel Cabrera que iba a ser destruido, y resaltó que desde hace dos años se han levantado denuncias por "hostigamiento laboral" contra la directora, María Amparo Clausell, sin respuesta.
Finalmente, Armando Vega, quien está adscrito a la Zona Arqueológica de Tlatelolco contó que fue cambiado arbitrariamente a la Dirección de Operación de Sitios y que, por orden de la titular, Edwina Villegas, estuvo "congelado tres meses". A pesar de que el caso fue presentado a Prieto, no hubo resultados. Contó: "Tengo el temor fundado de alguna represalia, el director protege a sus subordinados".
Con información de SUN.