Un grupo de 225 peregrinos de la Asociación suiza de Amigos del Camino de Santiago se han organizado y firmado por el momento una petición solicitando que la abadía de Notre-Dame, ubicada en la ciudad suiza de Payerne y parada obligada en su ruta, sea nuevamente de acceso gratuito como lo era tiempo atrás.
Desde hace por lo menos mil años, este enclave se ha considerado un punto de paso obligado y una joya del arte románico, pero desde 2020 y luego de diez años de reformas, el sitio reabrió como museo con un costo de entrada de nada más y nada menos que 16 euros.
Este costo de acceso ha provocado malestar en muchos peregrinos, pues creen que es una suma injustificada en el presupuesto de alguien que emprende un viaje de varios meses, compartió el coordinador del Camino de Santiago en Suiza, Olivier Cajeux.
- Te puede interesar: En México, el Museo Cabañas exhibirá el legado de Carlos Ashida
"Durante mucho tiempo se podía entrar normalmente a la abadía, pero hubo grandes trabajos de renovación y reabrió oficialmente como un museo. Lo que sucede ahora es que los peregrinos llegan a Payerne y ya no hacen esta parada", compartió Cajeux vía telefónica desde Lausana, por donde hoy pasa un grupo con el que está haciendo el recorrido suizo.
La peregrinación de estos días comenzó el pasado día 3 de junio en la localidad de Constanza - en donde empalma en Suiza el recorrido que llega desde Alemania- y finalizará este jueves en Ginebra, concretamente en la localidad de la Croix de Rozon, en donde se conecta con el camino francés.
Recordemos que el Camino de Santiago tiene un segundo tramo en Suiza, que entra por la localidad fronteriza de Rorschach, desde Austria, y que después se une al que entra desde Alemania.
Cajeux también lamentó que la mayoría de peregrinos estén optando por obviar la visita de la abadía por razones económicas, debido a que "se trata de un lugar excepcional y una verdadera joya espiritual y arquitectónica".
"Es el típico lugar en el que a un peregrino le gusta parar para reponer fuerzas. Los peregrinos no tienen la intención de visitar el museo, sino de sentarse, recuperarse y respirar la emoción que proporciona la abadía", agregó.
Ante esta situación, se ha propuesto a la dirección del museo religioso el uso de la cartilla del peregrino como pase distintivo frente a los turistas y otros visitantes.
La directora y conservadora Anne-Gaëlle Villet ha mencionado que no se planteó ofrecer costos de acceso diferentes tras la reapertura del lugar porque "cualquiera podría hacerse pasar por peregrino" y que para los creyentes se ofrecen tiempos de oración los jueves por la noche y un sábado al mes, cuando la entrada es gratuita.
No obstante, Villet ha prometido a la Asociación suiza de Amigos del Camino de Santiago que presentará su petición al concluir el verano al comité que gestiona el lugar.
Con información de EFE.