Las galletas de animalitos son uno de los postres de repostería más populares en México. No obstante, de la misma manera que con otros productos, contienen ingredientes que las vuelven adictivas.
Cabe señalar que en el mercado es posible encontrar una variedad de galletas, entre las que resaltan las galletas de animalitos saladas y dulces. Al respecto, la Procuraduría Federal del consumidor -Profeco- llevó a cabo un estudio de calidad sobre de dichos productos, y los resultados fueron sorprendentes.
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Pese a que cada una de ellas tiene su propia versión, puedes encontrarlas escarchadas, con chocolate, granos enteros y una lista de ingredientes que pueden tener consecuencias dañinas para la salud a largo plazo.
Estas populares galletas de animalitos fueron hechas por primera vez en Inglaterra a finales del siglo XX. Una porción contiene vitamina C, A, B12, D, calcio y magnesio, pero para su elaboración es indispensable un ingrediente: el Jarabe de Maíz de Alta Fructosa.
De la misma manera, poseen harinas, grasas, sal y edulcorantes. No obstante, no es precisamente su sabor lo que las hace sumamente adictivas, sino sus niveles de glucosa y fructosa.
De acuerdo con la misma Profeco, la fructosa no es capaz de inhibir la secreción de la hormona "grelina", la cual regula la sensación de saciedad y el apetito. Por esta razón, se pueden consumir varias galletas sin llegar a sentirse "lleno".
El Jarabe de Maíz de Alta Fructosa, también conocido como sirope de glucosa-fructosa o JMAF y AMAF por sus siglas, es nada más y nada menos que un edulcorante líquido creado a partir del almidón o fécula de maíz.
Este ingrediente hace que los alimentos sean mucho más dulces y suaves para el paladar. Sin embargo, tiene numerosas implicaciones en la salud, esto según un estudio de la Escuela de Nutrición.
Entre los efectos que ocasiona el consumo excesivo de JMAF se encuentra la dislipemia o dislipidemia, el cual es un trastorno que se caracteriza por el incremento de los niveles plasmáticos de colesterol; padecimientos metabólicos como la gota; resistencia a la insulina; y obesidad.
Para un consumo responsable, la Profeco aconseja revisar la información nutrimental contenida en el empaque de las galletas y moderar el consumo del producto entre 4 y 5 porciones al día.
Con información de SUN.